Publicado en Santo Domingo el 4 de Julio 006
Por:Víctor Suárez
El cielo no ha parado de llorar
desde la noticia de tu partida,
la risa se detuvo de golpe
y una vez más el asombro
ante la muerte inesperada,
el ahogo que provoca la impotencia
de no saber decir adiós,
otra vez la negrura de la congoja
se apodera sin aviso al corazón
y la noche nos atrapa
en laberintos extraños
de inconsolable tristeza.
El dolor toca a la puerta
una y otra vez
y cada vez parece nuevo
y más agudo
y cada vez entendemos menos
el porqué siempre la herida
llega a las personas buenas,
a los que ríen,
a los de mano franca,
a los que llevan corazón de miel y ternura.
@victorsuarezCRD