por Víctor Suárez
Benditas las mujeres que han comprendido el misterio y la grandeza de ser madres. Cual María pura y santa, se lanzan a la experiencia de la maternidad, para el infalible crecimiento eterno, multiplicar la vida y purificar las almas. Bendita sea que enseña al hijo a mirar hacia arriba, a hurgar en el fondo de las cosas, a amar, a respetar la vida y a dar gracias por ella. La que enseña a tocar las alturas con los pies firmes sobre la tierra, la que enseña la luz y el horizonte, a encontrar música con perfume de rosa en el silencio y coronas de olivo en el sacrificio, soles infinitos en las noches sin luna. Bendita la que enseña al hijo a andar por la vida con el cetro de moisés, la razón de Jesús y la fuerza de Hércules. Y bendito sea el hombre que la protege.
@victorsuarezCRD