Por Rodrigo Barros de Paula,
líder de alianzas con fintechs para Visa América Latina y el Caribe
Dependiendo de los titulares que leamos, las perspectivas generales sobre las fintechs en América Latina y el Caribe siguen siendo mixtas, impulsadas por los enfriamientos del mercado y las rondas de financiación erráticas y acuerdos que se cerraron en 2022. Pero más allá de los rumores, no se puede negar que las fintechs, los facilitadores y demás innovadores de pagos han cambiado las reglas del juego – simplificando la forma en que las personas pagan y mueven dinero, reimaginando la forma en que las empresas administran sus finanzas e influyendo prácticamente en todos los aspectos de la economía global. Las fintech además han impactado el comportamiento de los consumidores, elevando las expectativas y estableciendo preferencias por los pagos digitales en casi todas las facetas de la vida cotidiana.
Esto es particularmente cierto en América Latina y el Caribe, región que sigue siendo tierra fértil para la innovación. La revolución digital que hemos vivido en los últimos años ha tomado por asalto a la región, dando lugar a una adopción generalizada de Internet –en algunos casos, más que el promedio mundial– y a una mayor penetración del acceso a teléfonos móviles e inteligentes. Sin embargo, las poblaciones siguen estando en gran medida no bancarizadas, y el efectivo sigue siendo el rey, como dicen. Sin embargo, esta yuxtaposición es precisamente la oportunidad que las fintechs y otros innovadores de pagos están aprovechando (y continuarán haciéndolo) para llegar a las masas, facilitar y ampliar el acceso y, en última instancia, lograr una mayor inclusión financiera.
Ésta es en parte la razón por la que seguimos siendo optimistas en nuestra región. Para nosotros, estas perspectivas no tan alentadoras todavía pueden considerarse oportunidades y eso se debe a que no se trata de un modelo único. Tomemos como ejemplo el año pasado: vimos que la financiación cayó más del 70%, pero aun así el 2022 sigue perfilándose como el segundo año de mayores inversiones registrado para las fintech. América Latina obtuvo siete nuevos unicornios fintech en las áreas de seguros, pagos y banca, y más fintechs lanzaron productos y formaron alianzas para aumentar la oferta a uno de los segmentos económicos más importantes, las PyMEs.[1]
Sin embargo, las subregiones se comportaron de manera diferente en respuesta a los matices y diferentes circunstancias de los mercados locales. Por ejemplo, en Brasil, que rápidamente se está convirtiendo en el país más avanzado de América Latina en términos de conocimientos tecnológicos y con más cuentas digitales que habitantes, vimos una importante desaceleración en la financiación y en los acuerdos generales en la mayor parte de 2022. México, que podría decirse ocupó el segundo lugar como mercado líder en el auge de empresas fintech en la región, mostró un rezago significativo el año pasado en términos de inclusión financiera, con casi todas las transacciones por menos de 500 pesos aun realizándose en efectivo, según un reciente estudio de CB Insights y Visa. A pesar de ello, su mercado de remesas siguió siendo sólido y las fintechs de gestión de gastos y soluciones para PyMEs continuaron ganando popularidad. En el caso de la región andina hubo un aumento significativo en los niveles de actividad mientras que la financiación se mantuvo fuerte, impulsada por nuevas startups con sede en Colombia centradas principalmente en la banca y los pagos de las PyMEs. Centroamérica y el Caribe, a su vez, mostró mucho impulso en torno a las fintechs de blockchain a medida que se posiciona como un centro global de blockchain.
No podemos saber con certeza qué nos depara este año, pero los pronósticos apuntan a una estabilización lenta luego de la volatilidad vista el año pasado. Además de esto, hay otros factores que también apuntan hacia lo alto, como las finanzas integradas. Cada vez más esperamos ver un aumento en la integración de productos y servicios financieros dentro de las plataformas, permitiendo que las características financieras sean rápidas, convenientes y seguras y, en última instancia, impulsando el crecimiento a largo plazo de esta categoría. Es definitivamente un momento emocionante para estar en el juego y en Visa nos sentimos energizados y mantenemos nuestro compromiso de continuar explorando y dando vida a ideas y soluciones que pueden ayudar a nuestros socios del sector fintech y a otros socios innovadores a crecer, ayudando a prosperar a más personas en más lugares.