Por Franz Strohmeier, Vicepresidente senior de nuevos flujos de pagos para Visa América Latina y el Caribe
La tecnología digital está dirigiendo el mundo, definiendo cómo nos comunicamos e interactuamos con nuestros colegas, y cómo trabajamos, compramos, viajamos y realizamos operaciones bancarias. Todos los días aparece una nueva aplicación o solución para hacer nuestra vida mejor, más sencilla y rápida. Sin embargo, colectivamente, los efectos de esta transformación digital (eficiencia, conectividad, accesibilidad, inclusividad) desempeñan un papel fundamental en el crecimiento y subsistencia no solo de las personas en todas partes, sino de las comunidades en general, las empresas de todos los tamaños y los gobiernos.
Durante décadas, el compromiso de Visa ha sido ayudar a que personas, comunidades, comercios y economías en todo el mundo puedan prosperar expandiendo el acceso a la economía digital. Ahora más que nunca, nuestro objetivo resulta sumamente relevante.
Específicamente, la transformación digital en materia de pagos presenta a los países de toda la región una oportunidad para reevaluar sus modelos económicos y crear más oportunidades para que las sociedades y las empresas puedan prosperar. Los pagos digitales además nivelan el campo de juego para las pequeñas empresas al ayudar a democratizar el acceso a capacidades que antes estaban limitadas a organizaciones más grandes, lo que les está permitiendo seguir siendo competitivas y relevantes en el ecosistema comercial del futuro.
Por ejemplo, ampliar el acceso a la infraestructura de aceptación es fundamental para aumentar la cantidad de terminales de punto de venta (POS) en áreas rurales o remotas, sirviendo como un apoyo vital para las empresas que se encuentran fuera del sistema bancario oficial. Nuestra tecnología Tap to Phone (TTP, por sus siglas en inglés), la cual amplía la aceptación al convertir los smartphones en dispositivos POS sin contacto, permite a los comercios en casi cualquier lugar aceptar pagos sin contacto utilizando su propio celular. En Costa Rica, por ejemplo, las pequeñas empresas también están optimizando sus operaciones con la ayuda de esta tecnología. Tenemos el caso de una panadería y cafetería costarricense local cuyos dueños determinaron que su sistema POS tradicional no funcionaba de manera óptima, generando cuotas y demoras, por lo que su uso se volvió inconveniente para los clientes. Un mes después de haber adoptado la tecnología TTP para mejorar sus operaciones, vieron un aumento del 17% en las transacciones y un aumento notable en la satisfacción general del cliente.
Más allá de las oportunidades para el sector empresarial, los gobiernos también están aprovechando esta actual tendencia digital en otras áreas, digitalizando interacciones públicas. Y al hacerlo, esto les ofrece la oportunidad de ser transparentes, demostrar la integridad en acción y generar una confianza duradera al mismo tiempo que agilizan procesos, optimizan servicios y apoyan de manera eficiente a los más necesitados.
Tomemos como ejemplo la digitalización de los programas de desembolsos del gobierno. Un proceso que antes dependía del efectivo y que podría clasificarse como engorroso, ahora constituye para muchas personas el primer punto de entrada al sistema financiero formal, que sin duda es más eficiente y mucho más seguro. Por ejemplo, en Guatemala, durante la pandemia, el gobierno estableció un programa de desembolsos de emergencia para ayudar a la población más afectada. Visa, VisaNet Guatemala (adquirente local) y 11 instituciones financieras, utilizando las credenciales de pago virtuales de Visa y Visa Direct, en menos de 30 días desembolsaron fondos de ayuda económica a 2,7 millones de beneficiarios a través de un proceso fluido de integración de datos en el que participaron el gobierno, los comercios y las instituciones financieras.
Otra acción muy importante es habilitar los pagos digitales en el transporte público, sector que se ha convertido clave para impulsar la transformación digital en las ciudades de toda nuestra región. Se trata de un sector que además puede ayudar a impulsar la inclusión digital de forma masiva y brindar facilidad, comodidad y seguridad a muchas personas en su vida cotidiana. En Costa Rica, alcanzamos recientemente el hito de un millón de transacciones sin contacto realizadas para pagar pasajes en sus sistemas de trenes y autobuses, y en Guatemala, los pasajeros han realizado más de 6 millones de viajes en transporte público utilizando sus credenciales Visa[1] hasta la fecha. En Brasil, donde fuimos pioneros en Tap to Ride (uso de tecnología sin contacto en el transporte público) en la región, vimos un crecimiento de 210% en la cantidad de transacciones con Visa y de pagos sin contacto con la tarjeta en MetrôRio si comparamos el cuarto trimestre del año calendario 2022 con el mismo período en 2021.
En este espacio, Visa continúa trabajando junto con las ciudades, los urbanistas, las autoridades de transporte, los operadores y los proveedores de soluciones para reinventar la experiencia del tránsito urbano con un enfoque en el transporte inclusivo, sostenible e interconectado para la mayoría de las personas. Todo con el objetivo de facilitar la vida de los pasajeros, en un viaje a la vez.
Y si bien es innegable que estos avances digitales han marcado un antes y un después en la vida de muchas personas, todavía queda mucho por hacer. En Visa reconocemos que existe aún una oportunidad sin explotar en el proceso de transformación del panorama de los pagos digitales. Tenemos el compromiso de explorar, idear, crear y brindar experiencias de pago convenientes, seguras e innovadoras para un mayor beneficio colectivo, a fin de seguir ayudando a prosperar a todos, en todo lugar. –