Por Víctor Suárez
Cada día creo que sabemos menos sobre el complicado teorema de vivir en comunidad y en avenencia, cada vez que medito sobre esto, encuentro más cosas que decir. Manifiesto que la paz debe ser una metodología, desde los grados primarios, hasta las aulas universitarias, para que así, como se le enseña matemáticas a un estudiante para que aprenda a solventar sus problemas de números en el correr de su vida, se le ponga, además, en su mente herramientas para zanjar conflictos entre personas, apuros que de alguna manera vivimos con ellos cada día.
¿Alguna vez se le ha dicho a un ser humano en su tiempo de escuela, de manera sistemática y educacional, como solucionar conflictos sin tener que acudir a la violencia? Pienso que no. Esto no está en los libros de textos, Pienso que todo lo que hacemos de forma pacífica en nuestro diario vivir es porque sale de nosotros mismos, o por ráfagas inacabadas de buen comportamiento de nuestros hogares, de las iglesias, o por nuestros padres que no quisieran nunca vernos envueltos en problemas de violencia.
Hay que enseñar a vivir para la paz. Yo propongo crear la asignatura que lleve dicho nombre, para que nuestros muchachos del futuro no tengan que acudir a las pandillas, a guerrillas, o a asesinar para solucionar un conflicto en el que haya que utilizar la cabeza.
La mayoría de los problemas se resolverían si el individuo tuviera en su cabeza herramientas de ideas para dirimirlos. Pero en esta situación casi salvaje en que vivimos, cuando se nos presenta una traba conflictiva, se nos nubla la mente y la razón, y la forma entonces de remediarlo, es querer eliminar al rival.
El ser humano lleva en su alma el germen de la paz, pero este cimiento hay que cultivarlo con sapiencia, hay que regarlo con agua cristalina, y pura para que crezca y se propague por todo el planeta, sin pretender con dicha enseñanza avasallar a algún grupo determinado.
El receptáculo son las escuelas, el hogar, las iglesias, los centros culturales, etc. Es responsabilidad de los seres humanos acoger la paz como un proyecto de supervivencia para que corra el sol por las calles del mundo sin que la sangre nuble su luz.
Hoy día la gente vive a la ofensiva, listos para arrancarle el alma a cualquiera que venga en su contra, no hay conversaciones a mables, todos nos tememos entre sí, innúmeros sienten más seguridad vivir entre los animales que vivir entre la gente, porque piensan que un perro es más fácil de sobrellevar que un ser humano, al cual tú muchas veces le das toda tu confianza y no sabes con lo que te va a salir, cierto, pero creo que la educación adecuada para formar un ser humano con calidad para vivir en comunidad es lo que nos ha faltado. @victorsuarezCRD