SANTO DOMINGO.- La Fuerza Nacional Progresista (FNP) llamó al gobierno a no suscribir el Pacto Internacional de Refugiados el próximo día 16 de Diciembre en Nueva York y reiteró la necesidad que, a su juicio, existe de convocar a una conferencia nacional dirigida a consensuar una política de Estado respecto a las migraciones.
A su juicio, hay un “ enfoque perverso” de sectores poderosos de la comunidad internacional que pretenden que la República Dominicana para que sea ” la zona de amortiguamiento y estado pivote y tapón de la crisis del estado fallido de Haití.
En una declaración escrita firmada por su vicepresidente, Pelegrín Castillo, la entidad cuestiona que el gobierno insista en la aprobación por el Tribunal Constitucional de un “acuerdo de preautorizacion en transporte aéreo” suscrito con los Estados Unidos, el cual -alega-contiene disposiciones y un anexo que lesionan la soberanía de la República Dominicana en materia de refugiados y asilo, cuando lo correcto es solicitar una renegociación haciendo provecho de la oportunidad que brindan los cambios de la política exterior norteamericana.
“ Ese acuerdo que fue el último suscrito por el Embajador Brewster, técnicamente subordina la política y decisiones de la República Dominicana en materia de asilo y refugiados a la fiscalización y tutela de los organismos internacionales y los Estados Unidos”, señala.
Agrega que “los dominicanos no debemos de olvidar que bajo la administración Clinton la crisis de Haití fue manipulada para que se abrieran 20 campamentos de refugiados en el territorio nacional”.
Señala que en el actual escenario regional, los dominicanos enfrentamos el riesgo de vernos convertidos en país de refugio y asilo, con todo los peligros que esa situación implica.
La FNP llama al pueblo a organizarse con espíritu trinitario y restaurador para defender la Patria dominicana en todos los terrenos, al tiempo que exhortó a no hacerle el juego a los poderes internacionales y sus aliados locales, que pretenden degradar la lucha nacional estigmatizándola como una lucha “de xenófobos y racistas antihaitianos”.