Por: Dr. Amín Cruz
“Los Principios de la ONU para la Banca Responsable son una guía para la industria bancaria de todo el mundo para responder, impulsar y beneficiarse de una economía de desarrollo sostenible”. António Guterres
Los principios para la Banca Responsable establecen el papel y la responsabilidad del sector financiero en la configuración de un futuro sostenible y en la alineación de dicha industria con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y el Acuerdo Climático de París de 2015, y bajo este marco, las entidades incorporan la sostenibilidad en todas sus áreas de negocio e identifican en cuáles tiene un mayor potencial de contribución para un mundo más sostenible.
Asimismo, estos principios posicionan a los bancos para aprovechar nuevas oportunidades de negocio dentro de la economía de desarrollo sostenible y estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y el Acuerdo de París.
Por lo que durante este año se ha puesto de manifiesto el importante papel que juega los bancos en la sociedad acompañando a los clientes en estos momentos tan difíciles por la crisis financiera y social generada por la pandemia, amplificando los programas de respuesta de los gobiernos e implicándonos en alianza con todos nuestros grupos de interés en las necesidades de nuestras sociedades, especialmente con los más vulnerables, en este sentido, la crisis está siendo una oportunidad para mostrar el genuino compromiso de los bancos con la ambición de estos principios.
De igual manera velando por la gestión del impacto social y ambiental en aquellas áreas más sensibles, fijando objetivos ambiciosos, los bancos han venido desarrollando soluciones financieras y no financieras para acompañar en esta transición, con soluciones que empiezan a ser relevantes para el mercado mayorista y que avanzarán progresivamente para ayudar a las empresas y a todas las personas.
También los bancos firmantes han avanzado en el diálogo con todos los grupos de interés especialmente con reguladores, supervisores y organizaciones de la sociedad civil, en este sentido, destaca la creación del Consejo Asesor de la Sociedad Civil, que será un órgano que aportará a UNEP FI una visión de contraste independiente para la implementación de los principios en temas clave como el cambio climático, la biodiversidad y los ecosistemas, los derechos humanos, la pobreza, la inclusión social y la transparencia.
Este Consejo, único en este tipo de iniciativas, quedará constituido a finales de 2020 y supondrá una pieza fundamental para dotar de la mayor credibilidad a los Principios de Banca Responsable, por lo que cerca de 200 bancos a nivel mundial ya forman parte Principios de Banca Responsable de la ONU, tras un año de su creación.
Finalmente, también se ha avanzado en relación con la transparencia, y muchos bancos han venido ya reportando sus avances y todos deberemos incluirlo en nuestros informes anuales de 2020, señalando los progresos y planes para su plena implantación.
Por todo ello, los Principios de Banca Responsable son más que una declaración, son una auténtica guía con pasos muy concretos, muy ambiciosos y a la vez muy distintivos respecto a otras iniciativas colectivas para ayudar a los bancos en su particular viaje de transformación hacia un modelo de banca responsable y sostenible
Y en materia de gobernanza cada vez más bancos están situando la sostenibilidad en la agenda de los órganos de gobierno y los comités de dirección.
Los bancos desempeñan un papel clave en la sociedad para seguir siendo rentables y relevantes depende intrínsecamente de la prosperidad a largo plazo de las sociedades a las que sirve ya que solo en una sociedad inclusiva fundada en la dignidad humana, la igualdad y el uso sostenible de los recursos naturales, pueden prosperar los clientes y usuarios, a la vez que los negocios.
Con los Principios de Banca Responsable y con el apoyo de Naciones Unidas se asentaron las bases para un sistema bancario responsable y orientado a los objetivos de la sociedad, una gran declaración, sí, pero también un marco concreto y real para responder ante todos los grupos de interés y dar respuesta genuina al rol de los bancos en la sociedad con la implementación de estos seis principios de Banca Responsable:
1.- Compromiso. Las 28 entidades fundadoras se comprometen a alinear sus actividades empresariales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París sobre Cambio Climático.
2.- Impacto. Se ampliarán los impactos positivos, reduciendo los negativos. Los bancos concentrarán sus esfuerzos en aquellas áreas donde su impacto sea más significativo.
3.- Clientes. Las entidades trabajarán de manera responsable con los clientes para fomentar prácticas sostenibles y actividades económicas que generen prosperidad compartida, tanto para las generaciones actuales como las venideras.
4.- Grupos de interés. Las entidades se comprometen a involucrar y colaborar proactivamente con los grupos de interés relevantes para alcanzar estos objetivos.
5.- Gobernanza y fijación de objetivos. Fijarán objetivos públicos para corregir los impactos negativos más importantes de su actividad, así como amplificar los positivos para adecuarlos y contribuir a la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible y cambio climático.
6.- Transparencia y responsabilidad. Revisarán periódicamente la implantación individual y colectiva de estos Principios e informarán de una manera totalmente transparente sobre los impactos positivos y negativos de su actividad asumiendo total responsabilidad sobre los mismos.
Este año 2020 está signado por la pandemia de COVID-19, que representa una oportunidad de crecimiento y nuevos desafíos para las instituciones financieras y para las empresas en general, año que mostró que hay mucha oportunidad y el mundo se dio cuenta más en el futuro del planeta, para cuidar el medio ambiente, por lo que con este horizonte desafiante, las instituciones miembros de los PBR esperan que cada vez más bancos se sumen y así puedan compartir y continuar transitando el camino ya iniciado hacia el desarrollo de una economía más verde, por lo que al unirse a la iniciativa sectorial bancaria UNEP FI, los bancos muestra su compromiso para apoyar la sostenibilidad inclusiva en el sentido de hacer compatible el desarrollo económico con el bienestar humano y la protección del medio ambiente.
“Una industria bancaria que planifica los riesgos asociados con el cambio climático y otros desafíos ambientales no solo puede impulsar la transición hacia economías bajas en carbono y resistentes al clima, sino que también pueden beneficiarse de ello”. Inger Andersen
Dr. Amín Cruz, PhD, Ministro Consejero. Diplomático, historiador, periodista, educador, escritor y Presidente del Congreso Hispanoamericano de prensa, residente en New York