IRAK.- Concluye la histórica visita del papa a Irak. Tras cuatro agitados días repletos de compromisos, Francisco decía adiós al país asiático con una ceremonia en el aeropuerto de Bagdad, donde recibía el agradecimiento y la despedida del presidente, Barham Salih.
Previamente, y a modo de despedida el sumo pontífice oficiaba el domingo ante 10.000 personas una misa multitudinaria en Erbil, capital del kurdistán iraquí, donde se refugiaron cientos de miles de cristianos procedentes de la llanura de Nínive huyendo de la persecución en 2014 del autodenominado Estado Islámico.
Francisco ha visitado en total cinco provincias del país, sin otra intención que la de llevar apoyo y esperanza a la marginada minoría cristiana, con tiempo también para protagonizar sonados encuentros como el del pasado sábado con el líder Chií, el ayatolá Alí Al Sistani.
Francisco ha sido el primer papa que visita Irak, país de mayoría musulmana y escenario de una persecución desde 2003 a la comunidad cristiana, intensificada a partir de 2014 con la aparición del autodenominado Estado Islámico. La población cristiana en Irak se ha visto reducida en un 90% en los últimos 15 años.