Faltaban 35 minutos para que el vuelo UA1175 de United Airlines arribe al aeropuerto de Honolulu, Hawaii, cuando se produjo el estruendo. Fue tan intenso, que no pasó desapercibido para nadie.
Los que entendieron inmediatamente lo que había pasado fueron los pasajeros que estaban sentados del lado derecho. A través de las ventanillas, vieron cómo se había desprendido el fuselaje de la turbina, que se iba desintegrando a medida que la aeronave avanzaba.
El piloto no tardó en comunicarse con el público. Les dijo que conservaran la calma, pero que iban a tener que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto. El plan salió a la perfección y el avión tocó tierra sin mayores inconvenientes a las 12.38 PM.
“Fue el vuelo más aterrador de mi vida”, contó Maria Falaschi, una de las pasajeras. “Los pilotos y el resto de la tripulación hicieron un gran trabajo, lo manejaron muy bien”, contó.
En medio de la tensión generalizada dentro de la cabina, hubo un ocupante que se tomó todo con una notable calma. Erik Haddad, ingeniero de Google, no sólo sacó fotos y grabó videos, sino que se permitió bromear con lo que estaba pasando.