MIAMI.- La tormenta tropical Michael se ha convertido ahora en huracán categoría 1 a medida que continúa cobrando impulso antes de tocar tierra en Florida posiblemente el miércoles.
El gobernador de Florida, Rick Scott declaró estado de emergencia en 35 condados desde el extremo sur de la penínsla hasta la Bahía de Tampa, para que se aceleren preparativos, se liberen recuros y para activar 500 miembros de la Guardia Nacional del estado.
De visita en Orlando para la convención anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía, el presidente Donald Trump dijo que su gobierno está trabajando con las autoridades del estado y locales para “tomar todas las precauciones necesarias*.
El mandatario urgió a los residentes a estar preparados y a seguir las instrucciones de las autoridades locales, “FEMA (agencia federal de manejo de emergencias) está preparada y ellos lo manejan bien”, aseguró.
“Se pronostica que Michael será un huracán, y posiblemente un huracán importante, cuando llegue a la costa noreste del Golfo a mediados de la semana, y la marejada ciclónica y las alertas de huracanes están ahora vigentes para partes del área”, dijo el Centro en una advertencia.
“Algunas áreas a lo largo de la costa del Golfo de Florida son especialmente vulnerables a la marejada ciclónica, independientemente de la trayectoria o intensidad exacta de la tormenta”, agrega la nota.
“Esta tormenta podría ser letal y sumamente peligrosa”, dijo el gobernador Scott el domingo. Advirtió que la marea alta podría afectar a zonas costeras del estado incluso si no están directamente debajo del meteoro.
Michael se formó el domingo como tormenta tropical con vientos de hasta 85 kilómetros por hora (50 millas por hora).
Los expertos sugirieron a los habitantes de las zonas costeras del Golfo de México estar atentos al avance de la tormenta.
En Tallahassee, Florida, abrieron el domingo dos lugares donde la gente podría llevarse sacos de arena para apilarlos en caso de inundaciones.
“Si bien es incierto el impacto que tendrá esta tormenta, la zona podría experimentar fuertes vientos y torrenciales aguaceros, lo que podría derribar árboles y causar inundaciones”, dijeron las autoridades de Tallahassee en un comunicado.