BRASIL.- El candidato de ultraderecha Jair Bolsonaro encabeza el conteo de los resultados de las elecciones presidenciales en Brasil, de acuerdo con los resultados preliminares divulgados por el Tribunal Supremo Electoral.
Con 94,44% de las urnas escrutadas, Bolsonaro, un polémico excapitán del Ejército que ha expresado nostalgia por el régimen militar brasileño, obtiene 46,84% de apoyo, seguido por el exalcade de Sao Paulo Fernando Haddad, con 28,19%.
Haddad asumió la postulación por parte del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), después de la renuncia a la candidatura del exmandatario Lula da Silva, quien se encuentra preso luego de haber sido condenado a 12 años de cárcel por corrupción.
146 millones de electores estaban convocados en todo Brasil para participar en estos comicios, en los que además se escogieron 27 gobernadores, 54 senadores, 513 diputados federales y 1.059 diputados estadales.
A lo largo del día se han reportado largas filas de personas en los centros de votación.
La polémica destitución de la presidenta Dilma Rousseff en un impeachment del Congreso por manipulación de los presupuestos hace dos años, los escándalos de corrupción como el caso Odebrecht, las dificultades económicas y un auge de la criminalidad han marcado el ambiente electoral en el país, donde se registra un auge de la antipolítica.
“Estas elecciones han mostrado cuán dividido se encuentra Brasil. Los partidarios de la derecha están decididos a no permitir que el Partido de los Trabajadores, que estuvo liderado por el expresidente Lula, vuelva al poder”, señaló Katy Watson, corresponsal de la BBC en América del Sur.
“Los electores de izquierda están desesperados para que no resulte electo un hombre a quien consideran como una amenaza para la joven democracia del país. Pero Bolsonaro, un político que promete mano dura contra la delincuencia con leyes menos estrictas para la venta de armas y quien ha hablado con nostalgia sobre la dictadura militar, tiene muchos seguidores”, agregó.
Bolsonaro tuvo una participación limitada en la última etapa de la campaña electoral después de ser apuñalado durante un mitin a comienzos de septiembre.
Durante la campaña prometió atacar el crimen y la corrupción.
Haddad, por su parte, intentó presentarse como un candidato confiable para los electores que rechazan el estilo y la retórica de Bolsonaro.
“Yo no creo en la violencia, en dictaduras militares o en la restricción de las libertades”, dijo en un mensaje en Twitter.