QUITO- El alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, pidió hoy flexibilidad a los Gobiernos de América Latina sobre los documentos requeridos para el ingreso de ciudadanos venezolanos, en la que se considera la mayor diáspora en la región en los últimos años.
En una rueda de prensa en Quito, al término de una gira que también le llevó a Colombia, Argentina y Perú, el alto representante dijo que “el gran problema” existente ahora es el tipo de documentación que portan los venezolanos al salir de su país, pues los Gobiernos necesitan identificar a quienes cruzan sus fronteras.
“Nuestro consejo a todos los Gobiernos de la región es que sean lo más flexibles posibles en este asunto, entendiendo que hay personas que no tienen la documentación y que para aquellas personas hay que buscar una solución”, dijo.
Ello para evitar que la gente sea devuelta a Venezuela contra su voluntad, lo que “creo que todos los Gobiernos concuerdan que no se puede hacer”, comentó.
El mandatario de la Acnur felicitó al Gobierno de Ecuador y a la región por haber mantenido las fronteras abiertas pues “no todos los Gobiernos en el mundo están manteniendo las fronteras abiertas para la gente que lo necesita”.
El alto comisionado indicó que se requieren 46 millones de dólares para responder a las necesidades de los refugiados y los migrantes.
El canciller ecuatoriano, José Valencia, confirmó a Efe que aún no se ha concretado la fecha de la reunión, para lo cual mantienen diálogos con representantes de diferentes naciones.
Será la segunda cita técnica de ese tipo después de la realizada a principios de septiembre, en la que participaron una decena de países, pero que no contó con representantes del Gobierno de Venezuela, pese a que Caracas estaba también invitada.
Por ello, en la rueda de prensa que ofreció junto a Grandi, Valencia expresó su esperanza de que a esa segunda cita el Gobierno de Nicolás Maduro envíe una delegación al país.
“Ecuador considera que el Gobierno venezolano tiene mucho que hacer y mucho que decirnos a fin de facilitar la vida de sus connacionales fuera de su país”, comentó el canciller al insistir en que la migración venezolana es un asunto complejo que involucra a toda la región.
Grandi comentó que, además de apoyo humanitario, las naciones que acogen migrantes venezolanos requieren otro tipo de ayuda para fortalecer sistemas educativos y de salud, entre otros, que son desafíos de largo plazo.
Y subrayó que todo ello requiere una intervención estructurada de organizaciones bilaterales, así como de instituciones financieras internacionales.
El representante de Acnur felicitó a Ecuador por “su larga tradición de asilo y liderazgo en materia para gestionar la movilidad humana”, y aplaudió la “hospitalidad y solidaridad” de la ciudadanía para incorporar a los venezolanos en la sociedad.
La inclusión social y económica de los migrantes, dijo, es “la mejor receta” para combatir toda forma de xenofobia y discriminación.
De acuerdo al canciller, unos 250.000 venezolanos se encuentran en el país, donde se han extendido ya 90.000 visados y otros están aún en trámite.