Por Víctor Suarez
Soy un hijo de la luz, un ser del universo, sustancia de la grandeza del altísimo, soy libre. Vivo alerta ante las bajas vibraciones humanas, y no me involucro en escenas de maldad, soy mano abierta, servir es la alegría de la luz.
Combato el mal de forma natural. No discrimino, para un hijo de la luz todos somos iguales, mi raza son, los habitantes del planeta. No maldigo, no llevo palabras insulsas en mi vocabulario, las mismas conllevan al pensamiento negativo, y a momentos depresivos.
Soy creativo, tolerante, enérgico, responsable y como el sol, me despierto en su alba, para entregarme grandiosamente al día.
Vivo para la paz, miro permanente al horizonte, y obedezco a la vastedad del cosmos. Dios está presente cada minuto de mi vida, ante él, no soy impetuoso.
No acumulo riqueza, el universo guarda mis tesoros, mi alma es eterna, La gente buena y este hermoso mundo son mis más preciadas joyas.
No he venido a la tierra por tan sólo una vida o para involucrarme en las nimiedades y las querellas humanas, vine para crecer en el espíritu y seguir el camino que me conduce a la morada del eterno, por eso, no me ato a nada que me detenga. Soy un hijo de la luz, vivo al día con el inmortal, los momentos divinos no esperan por los vacilantes. Disfruto de las cosas pequeñas, con la seguridad de que soy parte de lo excelso, vivo con poco, no me influye el derredor y sus deseos, no necesito lujos para tener mi alma llena, mi espacio, es sano, es limpio, es abundante.
Soy la música, el aire libre, el mar, el cielo, el campo, la vida sencilla, la belleza, la poesía, llevo el control de mis pasos y puedo adaptarme a las situaciones, el mal no puede con la luz, proporcionaré mil vidas para salvar la de los demás.
Soy lo posible, no me expongo a entornos estériles, soy comedido, justo, no me preocupan las limitaciones, a un hijo de la luz, nada le falta. Compadezco a los que sufren, busco remedio a su angustia, ellos también transitan mi luz.
No impongo, huyo de los vanidosos, Lejos de ellos puedo salir airoso de las adversidades, soy un hijo de la luz, soy un hijo de Dios
Víctor Suárez, Rep. Dominicana.